Crítica: Iluminadas o partidas por un rayo • Guapas • Carla Peterson

Para el debut de Guapas El Trece salió decidido a apoderarse del prime time, que en 2013 fue suyo con el combo Solamente vos-Farsantes. En el primer capítulo la ficción derrochó efectividad y plantó bandera con una historia moderna y cándida. Cinco mujeres atravesadas por la mala fortuna que salen a ponerle el pecho a lo que la vida les quiera deparar.


"No se cansan de salir, contar pelotudeces y creerse que son divinas", dice y se dice Laura (Isabel Macedo). Una línea basta para barrer las especulaciones sobre si estas Guapas son las chicas de Sex & the city a la gaucha. La burla hacía el universo que creo Sarah Jessica Parker y compañía, pone las cosas en claro.

Este no es un intento tilingo de emular Capital Federal con la Gran Manzana, ni ellas son esas otras mujeres (basta con volver a ver la descarada Cuatro amigas, olvidable propuesta que en 2001 fue lo que Lía Salgado es a Julia Roberts). Aquí no hay fashion, Manolo Blahniks y  tamaños de penes: hay joyas de oro que trafica Carla Peterson en su rol de azafata, o vinos que Lorena (Florencia Bertotti) no puede costear.

Esa mala estrella es la que guiará a las protagonistas cuando cierre la financiera donde todas tenían su dinero, y la que en el minuto uno comienza a correr. Con velocidad, la ficción muestra en los primeros diez minutos cómo eran sus vidas antes de la debacle, para llevarlas a la actualidad siete años después, para luego ponerlas nuevamente en jaque con un accidente del que salen con una visión reveladora. De esos tres estadios de cambio en las protagonistas, inusuales para cualquier debut, el primer capítulo sale airoso y con medalla gracias a su agilidad.

El guión de Leandro Calderone y Carolina Aguirre, junto a una destacable edición y dirección, lograron su máximo capital al desplegar los personajes con fluidez, ahorrándose subrayados y desarrollos tediosos. Mercedes Morán y Carla Peterson efectivísimas en sus golpes de comedia, y una Isabel Macedo fuerte tanto en el drama como en el humor. Dady Brieva, Mike Amigorena, Vivian El Jaber, Alberto Ajaka y Mercedes Scápola, lograron en breves apariciones dar batacazos, mientras que por su parte Araceli González y Bertotti, las otras dos heroínas, cumplieron sin descollar.

Un mérito: la vuelta de las locaciones en exteriores, incluida la aparición del Obelisco como testigo del significativo accidente. Otro mérito: los diálogos naturalistas y filosos. El desafío: mantener la calidad que demostró este primer vistazo y llevar su planteo inicial hacia nuevos horizontes.

Pol-ka trae lo mejor de su artillería, con nombres convocantes y esta vez (auch, Mis amigos de siempre) con el acento puesto en el cómo y el para qué de la propuesta. Una ficción propia de nuestra idiosincrasia, pero de carácter global: la lucha de los quebrados que eligen soñar mejores sueños.

Iván Basso – ivan@television.com.ar

Via Television

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