[LEER] El reencuentro de Lola & Grace
Opinión.Los personajes de Carla Peterson y Muriel Santa Ana, en "Guapas", invitan a recordar a sus chicas (y un muchacho) de"Lalola".
Por Silvina Lamazares
Para los que fuimos fanáticos de Lalola (2007/2008, por América), cualquier encuentro entre Carla Peterson y Muriel Santa Ana sabe al reencuentro de Lola y Grace. Imposible verlas juntas y no rememorar a sus entrañables personajes. Imposible no rememorar -y extrañar- ese vínculo envidiable entre dos amigos de fierro, que terminaron siendo dos amigas, cuando Lalo quedó encerrado en el cuerpo de Lola (Peterson), por el hechizo de una despechada. Ahora, por el hechizo mágico de la ficción, ellas vuelven a cruzarse en Guapas. Son Mey y Reina, pero, juntas, parecen aquellas. O aquellos.
Grace era la "hermana de la vida" de un hombre que en un chasquido de dedos se convirtió en mujer contra su voluntad. Lo ayudó en la patriada del cambio de género, le enseñó a maquillarse, a usar faldas, a treparse a los tacos, a depilarse, a sonreír con suavidad. Era un vínculo exquisito, al que Carla (en su primer protagónico) y Muriel (en su desembarco en la popularidad) le sacaron lustre. Era, en un sentido, una conmovedora historia de amor.
Santa Ana acaba de sumarse a la comedia de El Trece, como una ex amiga de las guapas. No hay lealtad ni suprema incondicionalidad entre ella y ellas, pero entre ella y una de ellas hay algo diferente. Algo que, para los que militamos en la platea de Lalola -una gran producción de Sebastián Ortega-, suena a guiño. No son los mismos guionistas, ni los mismos productores, ni los mismos canales, pero sí las mismas actrices. Entonces, sus diálogos invitan a leer entre líneas.
La otra noche, por cierto, después de una fiesta frustrada en su casa, Reina (Santa Ana) se echó a llorar en el comedor, en supuesta soledad. Apareció Mey, la adorable azafata que interpreta Carla, y le dijo: "A mí me costó mucho olvidarte todos estos años". ¿Hablaba de los seis años que corrieron entre tira y tira? "Te extrañé". ¿Le hablaba a Grace? Y, como si las señales hubieran sido pocas, Mey agregó: "Entre la gente que se conoce mucho se nota todo". Como dicen ahora, "cerrame la 8".
No sabremos si esa enorme escena de Guapas entre dos actrices que se sacan chispas envolvía alguna añoranza referida a Lalola, pero como en la ficción todo está permitido, pemítanme preguntarme "¿por qué no?".
Si ver juntos a Juan Leyrado y Mercedes Morán remite a Roxi y Panigassi, si ver juntos a Soledad Silveyra y Osvaldo Laport te lleva a Clarita y Guevara, entre otros muchos casos, ¿por qué no poder encontrar en Mey y Reina un pedacito de Lola y Grace, con el espíritu de Lalo dando vueltas en el medio?
Para eso también está la ficción: para imaginar más allá de lo que se ve.
Vía Clarín
Por Silvina Lamazares
Para los que fuimos fanáticos de Lalola (2007/2008, por América), cualquier encuentro entre Carla Peterson y Muriel Santa Ana sabe al reencuentro de Lola y Grace. Imposible verlas juntas y no rememorar a sus entrañables personajes. Imposible no rememorar -y extrañar- ese vínculo envidiable entre dos amigos de fierro, que terminaron siendo dos amigas, cuando Lalo quedó encerrado en el cuerpo de Lola (Peterson), por el hechizo de una despechada. Ahora, por el hechizo mágico de la ficción, ellas vuelven a cruzarse en Guapas. Son Mey y Reina, pero, juntas, parecen aquellas. O aquellos.
Grace era la "hermana de la vida" de un hombre que en un chasquido de dedos se convirtió en mujer contra su voluntad. Lo ayudó en la patriada del cambio de género, le enseñó a maquillarse, a usar faldas, a treparse a los tacos, a depilarse, a sonreír con suavidad. Era un vínculo exquisito, al que Carla (en su primer protagónico) y Muriel (en su desembarco en la popularidad) le sacaron lustre. Era, en un sentido, una conmovedora historia de amor.
Santa Ana acaba de sumarse a la comedia de El Trece, como una ex amiga de las guapas. No hay lealtad ni suprema incondicionalidad entre ella y ellas, pero entre ella y una de ellas hay algo diferente. Algo que, para los que militamos en la platea de Lalola -una gran producción de Sebastián Ortega-, suena a guiño. No son los mismos guionistas, ni los mismos productores, ni los mismos canales, pero sí las mismas actrices. Entonces, sus diálogos invitan a leer entre líneas.
La otra noche, por cierto, después de una fiesta frustrada en su casa, Reina (Santa Ana) se echó a llorar en el comedor, en supuesta soledad. Apareció Mey, la adorable azafata que interpreta Carla, y le dijo: "A mí me costó mucho olvidarte todos estos años". ¿Hablaba de los seis años que corrieron entre tira y tira? "Te extrañé". ¿Le hablaba a Grace? Y, como si las señales hubieran sido pocas, Mey agregó: "Entre la gente que se conoce mucho se nota todo". Como dicen ahora, "cerrame la 8".
No sabremos si esa enorme escena de Guapas entre dos actrices que se sacan chispas envolvía alguna añoranza referida a Lalola, pero como en la ficción todo está permitido, pemítanme preguntarme "¿por qué no?".
Si ver juntos a Juan Leyrado y Mercedes Morán remite a Roxi y Panigassi, si ver juntos a Soledad Silveyra y Osvaldo Laport te lleva a Clarita y Guevara, entre otros muchos casos, ¿por qué no poder encontrar en Mey y Reina un pedacito de Lola y Grace, con el espíritu de Lalo dando vueltas en el medio?
Para eso también está la ficción: para imaginar más allá de lo que se ve.
Vía Clarín
@silvilama @carlapetersonA @pabloculellok qué linda! Gracias!! Mi Lalo
— Muriel Santa Ana (@Murielsantaok) November 5, 2014
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